Edificio Urumea

El interiorismo de esta vivienda se aborda en estrecha colaboración con los propietarios, que realizan por su cuenta la reforma del continente. Antes de ello, hemos concretado una distribución lógica y coherente con las necesidades de los que la van a habitar.

Nada más entrar nos recibe un imponente espacio acristalado, sintiendo cómo el paisaje participa en el espacio y beneficiándose de una potente fuente de luz directa. Concentra la cocina, el living, el comedor y la habitación principal que incluye vestidor y baño. Junto a la cocina, a través de un pequeño pasillo, encontramos dos habitaciones juveniles y un baño, algo más independientes.

La zona salón contiene un gran sofá, mesa de centro y butaca de lectura. El mueble a suelo de la TV complementa sin restar importancia a las vistas. En conjunto, se han cuidado los colores y acabados de los tejidos, los muebles auxiliares, la alfombra, así como la iluminación, creando una atmósfera muy confortable.

Para la cocina, se opta por un frente de armarios donde se integran los electrodomésticos, la zona lavado, y la placa de cocción que lleva extracción incorporada. Un volumen central compartimenta esta zona, auxiliando al trabajo en la cocina por un lado y, por otro, creando una librería abierta a la sala. Desde esta estructura se prolonga una mesa-snack con taburetes.

En el comedor, la gran mesa de madera con lámpara suspendida capta nuestra atención. La sillería se inspira en un diseño nórdico atento al confort y de elegante confección. Un mueble lacado con encimera de mármol se apoya sobre el muro revestido de papel pintado, desde el que emergen los pasos a la habitación principal, a través de puertas correderas de cristal.

La habitación principal es un elegante espacio que también lo compone un vestidor y su baño.

Las habitaciones restantes, se han acomodado al uso esporádico de la familia y contribuyen a crear una vivienda bien distribuida, equilibrada en los espacios y muy funcional.